Cuán preparados están los bancos en sus niveles de solvencia para enfrentar un deterioro en la economía se pondrá a prueba próximamente para las principales instituciones financieras de Puerto Rico, cuyos resultados deberán presentarse a principios del 2014 al Banco de la Reserva Federal (Fed).
Se trata de las llamadas pruebas de resistencia o ‘stress tests’, que en días recientes dejaron bien parados a los principales bancos de Estados Unidos, pero el presidente de la Fed, Ben Bernanke, entiende que todavía se pueden mejorar los niveles de capitalización.
, En Puerto Rico, con ocho años recesionarios, el sector financiero ha experimentado significativos cambios que incluyen desde la consolidación de tres bancos en el 2010, la reorganización y venta de préstamos en delincuencia, así como medidas para reducir gastos y el cierre de sucursales, entre otros.
Aurelio Alemán, presidente de FirstBank y presidente de la Junta de Directores de la Asociación de Bancos de Puerto Rico, informó que en los próximos meses algunos bancos realizarán sus pruebas y a principios de 2014 las presentarán a la Fed.
Para el Comisionado de Instituciones Financieras, Rafael Blanco, “en términos generales, la solvencia de los bancos en Puerto Rico es sólida” y explicó que aunque no todas las instituciones en la Isla están obligadas a realizar un ‘stress test’, “la realidad es que todas lo hacen para propósitos internos y de planificación estratégica”.
“Luego de la crisis del 2006-2010 –digo 2006 cuando comenzaron los temas de ‘restatement’ de estados financieros y comienzo de la ralentización económica– los bancos en Puerto Rico fueron exitosos en levantar capital nuevo. Aunque la economía no ha recuperado, los bancos han sido capaces de identificar los activos dudosos y han hecho una limpieza de los mismos tomando las pérdidas necesarias”, destacó el Comisionado.
Los ‘stress tests’ son pruebas que se realizan para estimar la capacidad de los bancos al enfrentarse ante un evento de deterioro de la economía. Eso incluye aumento del desempleo, morosidad en préstamos y la devaluación de inversiones, entre otros factores que representan dificultades financieras para un banco aun cuando está preparado.
Blanco comentó que todavía la calidad de las carteras “permanece siendo un reto mayor”, lo cual se combina “con una economía que no permite la generación de nueva actividad prestataria, manteniendo entonces un elevado nivel porcentual de delincuencia”. Sin embargo, insistió que se han tomado importantes pasos afirmativos en todos los bancos.
Al presente, operan aquí Banco Popular, FirstBank, Oriental Bank, Scotia, Santander y otros de menor tamaño. El total de activos de los bancos para el segundo trimestre que terminó el 30 de junio de este año, sumaron $81,314 millones, mientras en el trimestre previo (enero-marzo) eran $82,349 millones.
“El reto consiste en evitar que los préstamos migren a clasificaciones de peor categoría y, por ende, se requieran mayores dotaciones a la reserva de préstamos dudosos. Sin duda alguna el período de mejor solvencia fue la década del 90, tiempo en que la economía y actividad financiera tuvo su pico”, declaró Blanco.
Por su parte, Alemán sostuvo que los retos continúan, pero “son retos mejores a los del 2011”, porque precisamente se han realizado muchos cambios operacionales.
“Entiendo que los bancos en Puerto Rico tienen el capital para continuar mejorando y estamos en plena estabilización. Nosotros vemos que los bancos se han capitalizado y aunque la gente ve la cosa lenta sí ha habido mejoría”, comentó Alemán.
Alemán indicó que hay signos de mejoría en algunos sectores, aunque se resalta la urgencia para que se recupere la industria de la construcción, la cual mueve la actividad económica en otros renglones. La venta de cemento (como barómetro de la actividad en la construcción) reflejó una caída de 14.3% en julio, muestra del úndécimo mes de bajas consecutivas.
En Estados Unidos la Fed ha insistido en que los bancos se preparen más y puedan enfrentar eventuales tensiones en el mercado. A pesar de que se reconocen los avances logrados en esa dirección por las principales instituciones financieras, Bernanke entiende que las pruebas no son completamente eficientes y por eso pide que los ejecutivos bancarios puedan ser más capaces a la hora de identificar los riesgos que enfrentan sus bancos.