Vistas de página en total

jueves, 8 de agosto de 2013

LA ISLA DE PUERTO RICO NO AGUANTA MAS

Ya sea en dos meses o dos años, está claro que la deuda de $673 millones en bonos que emitió ayer la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) la pagarán los clientes de la corporación pública a través de la factura de luz.
También está claro que los abonados desembolsarán mucho más que $673 millones, ya que la AEE pudo tomar dinero prestado a cambio de pagar intereses altos. De hecho, la tasa de alrededor de 7% fijada en la emisión es la más alta en la historia de la AEE
Con toda probabilidad, los efectos en la factura no se sentirán hasta dentro de 24 meses. Esto, debido a que la AEE se acogió a un plan tipo “compre ahora y pague después”, en el que los intereses se capitalizan por dos años.
“La AEE no pagará intereses por los primeros dos años. Por lo tanto, el impacto grande de esta deuda no se verá hasta el 2015. El servicio de la deuda empezaría a aumentar a partir del 2016”, indicó ayer el director de política pública del Centro para la Nueva Economía, Sergio Marxuach.
Empero, la AEE sugiere otro escenario. El director ejecutivo de la corporación pública, Juan F. Alicea, sostuvo que la emisión financiará el Plan de Mejoras Capitales para los próximos dos años, que incluye, entre otras cosas, la conversión de petróleo a gas natural de las unidades generatrices.
Según argumentó, la generación con gas natural -combustible más barato que el crudo- redundaría en una reducción del costo energético, por lo que el efecto de la emisión en la factura de luz sería transparente.
Para Marxuach, sin embargo, lo que plantea la AEE -que fue establecido en el prospecto que circuló entre sus inversionistas con motivo de la emisión- genera mucha incertidumbre, ya que “está basado en supuestos”.
Su premisa cobra peso al considerar que históricamente, la AEE ha incumplido sus itinerarios de trabajo cuando de mejoras capitales se trata. Ejemplo de ello es, precisamente, la gasificación de la central Costa Sur, en Guayanilla. En abril de 2010, el exdirector ejecutivo de la AEE, Miguel Cordero, dijo que el proyecto se completaría a finales de ese mismo año. No obstante, no fue hasta el mes pasado que Alicea “inauguró” las unidades convertidas.
“Lo que dice la AEE está basado en un montón de supuestos sobre los que la corporación pública no tiene ningún tipo de control de si se dan o no. Dicen, por ejemplo, que aumentará la demanda energética, cuando la realidad es que cada vez estamos perdiendo más población. Dicen, además, que tendrán convertidas todas sus unidades a gas natural, cuando para ello dependen de tener la unidad flotante en Aguirre”, ilustró Marxuach.
El economista se refirió a la unidad de regasificación de gas natural licuado, que se conocería como Aguirre GasPort y que la AEE delegó en la compañía privada Excelerate Energy. El proyecto costaría $250 millones y estaría en operaciones en abril de 2015.
“Eventualmente, esta emisión de bonos tendrá un impacto grande en la factura, a menos que la AEE cumpla con lo que dice. Lamentablemente, la experiencia pasada con la AEE es que siempre está atrasada en itinerario y a sobre costo”, recalcó Marxauch.
“Quiebra técnica”
En opinión del economista y planificador Elías Gutiérrez, la tasa de alrededor de 7% con que se concretó la emisión de bonos refleja que los mercados perciben a la AEE como una inversión de alto riesgo.
“Si un contable fuese a hacer un análisis de la AEE, diría que sus pasivos son superiores a sus activos. Eso coloca a cualquier entidad en lo que se conoce como una quiebra técnica. Lo que pasa es que aquí no ha ocurrido un default (ejecución), pero es un peligro bien grande. Si hubiese que cubrir toda la deuda en un momento dado, no habría dinero suficiente”, advirtió.
Hasta junio pasado, la AEE debía unos $8,809 millones, cantidad que subiría tras la emisión de ayer.
Cuestionado sobre si existen alternativas a la emisión de bonos para que la AEE costee su Plan de Mejoras Capitales, Gutiérrez respondió en negativa, ya que las reservas (capital propio) de la corporación pública se han destinado a otros fines, como el otorgamiento de subsidios. El más reciente de esos subsidios se le dio a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) a través de una tarifa preferencial por consumo energético. Los $37.5 millones que le costará a la AEE esa tarifa preferencial provendrán de los ahorros de la gasificación de Costa Sur.
Entretanto, el ingeniero Agustín Irizarry, uno de los dos representantes ciudadanos en la Junta de Gobierno de la AEE, recordó que fue la Legislatura quien facultó a la corporación pública a acudir al mercado de bonos para financiar su infraestructura. Por lo tanto, le parece “hipócrita” que el presidente del Senado, Eduardo Bhatia, y otros políticos hayan pedido explicaciones de la transacción cerrada ayer.
De paso, Irizarry comentó que sí existen mecanismos menos costos que las emisiones de bonos, como conseguir el capital cobrándoselo directamente a los consumidores.
“Es algo que ya se hace en otras jurisdicciones, donde en las facturas se incluyen partidas específicas para obras de infraestructura. Es algo que igual pagan los consumidores, pero resulta más barato que la emisión de bonos porque solo se paga el principal. En la emisión de bonos se pagan también intereses, lo que a la larga resulta mucho más costoso”, puntualizó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario