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domingo, 20 de noviembre de 2011

NUEVA AMENAZA AL CRÉDITO

Justo cuando en Europa se ha reconocido que la crisis de deuda ya no es exclusiva de Grecia o Italia sino que se trata de un asunto “sistémico”, en Puerto Rico reaparecen signos contundentes de que la situación fiscal y crediticia de la Isla no está del todo resuelta.
A pesar de casi cuatro años de austeridad evidente en el sector público, del establecimiento de impuestos adicionales -como aquel al consumo y el arbitrio a las corporaciones foráneas- y de legislación para aminorar la endémica insolvencia de los planes de retiro gubernamentales, a Puerto Rico parece esperarle otra “dosis de medicina amarga”, al menos, en lo que atañe a finanzas públicas.
Y esa dosis tendrá que administrarla, el próximo gobernador y la próxima Legislatura, sea de color azul, rojo, verde o mixta, ahora que la Corporación para el Fondo de Interés Apremiante (Cofina) agotó su capacidad prestataria actual y que el tamaño de la deuda pública de la Isla es casi igual o ya supera el tamaño de la economía boricua.
De acuerdo con el presidente del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), Juan Carlos Batlle, la deuda de la Isla totalizó unos $65,506 millones al 30 de septiembre de este año.
Mientras para el año fiscal que terminó en junio pasado, Batlle indicó que el Producto Nacional Bruto (PNB) de la Isla se ha estimado preliminarmente en unos $65,000 millones.
Utilizando tal realidad numérica, Negocios conversó con economistas, abogados, contadores públicos, banqueros de inversiones, políticos y oficiales de gobierno para analizar si el cuadro financiero actual de la Isla supone paralelismos entre Puerto Rico y el sonado colapso de la deuda soberana en Grecia, cuya secuela se ha convertido en casi un cisma para toda la zona del euro.
Y aunque en este debate, los entrevistados tomaron posiciones encontradas, todos coinciden en que la situación fiscal de Puerto Rico no permite bajar la guardia y su desenlace -de no atender definitivamente los problemas fiscales y las deficiencias estructurales de la economía local- será negativo para toda la sociedad puertorriqueña y para quienes quieran hacer negocios o futuro en la llamada Perla del Caribe.
¿Es Puerto Rico, Grecia?
“Al gobernador Luis Fortuño hay que adjudicarle que fue el primer gobernador en la historia en llevar a Puerto Rico a prácticamente el 100% de endeudamiento”, dijo el representante popular Luis Vega Ramos, alegando que Puerto Rico enfrenta una situación parecida a la de Grecia.
“Puerto Rico no es Grecia”, expresó con énfasis, Miguel Ferrer, presidente de los directivos de UBS Financial Services, cuyos fondos de inversión -y a su vez, los miles de inversionistas que representa- son el principal tenedor local de la deuda de la Isla.
“Puerto Rico no es igual a Grecia porque el gobernador no perdió un segundo en enrollarse las mangas e implementar un plan de trabajo de emergencia al descubrir las condiciones en las que se encontraban las finanzas de la Isla”, subrayó Batlle, por su parte.
De acuerdo con Sergio Marxuach, director de Política Pública en el Centro para la Nueva Economía (CNE), aunque en circunstancias distintas, existen múltiples paralelismos entre el país heleno y la Isla del Encanto.
Según Marxuach, Puerto Rico lleva años corriendo un déficit presupuestario primario, es decir, antes de pagar el servicio a la deuda y aún con las mejoras crediticias del pasado año, consistentemente ha recibido advertencias de ajustes de su clasificación crediticia a la baja. En Grecia y Puerto Rico, el desempleo ha permanecido consistentemente en tasas elevadas (de doble dígito) y prevalece la corrupción en el sector público y la evasión contributiva, dijo el también abogado.
El economista Orlando Sotomayor también cree que Puerto Rico puede reflejarse en la odisea griega.
“Lo más interesante de Grecia es que lo que sucede (en ese país) nos ofrece un buen cuadro de cómo acabará el juego en Puerto Rico si no atendemos nuestros problemas económicos y fiscales”, explicó el catedrático de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez.
“En una o dos recesiones se nos acabará definitivamente el crédito y tendremos que apretarnos el cinturón de manera similar a Grecia y con consecuencias también desastrosas”, indicó el académico al tiempo que señalaba que la situación fiscal de la Universidad de Puerto Rico es un microcosmos acelerado del cuadro financiero gubernamental.
Por el otro lado, Sotomayor indicó que una marcada diferencia entre Grecia y Puerto Rico, ya que mientras la situación del país heleno ha tenido un efecto dominó para toda la zona euro, una debacle fiscal en la Isla no provocará “gran reacción de ayuda internacional y no pondrá en peligro” ni la economía global ni la moneda de ningún país.
Mejores que el país heleno
“Somos opuestos a Grecia. Nosotros identificamos y aceptamos la seriedad de nuestra situación financiera. No titubeamos. Grecia, a diferencia nuestra, no quiso aceptar su situación y tuvo que venir un tercero, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), a tomar decisiones por ellos”, agregó por su parte, Batlle haciendo referencia a los eventos que terminaron con un cambio de gobierno y la designación de tecnócratas para administrar el país heleno.
Según Batlle, el plan fiscal implementado en la Isla resulta menos trascendental que los ajustes aplicados en Grecia. Entre estos: aumentar el impuesto al valor añadido a 23%, la eliminación de dos terceras partes de los municipios griegos, reducciones de 30% en las bonificaciones de empleados públicos y hasta el cierre de 800 agencias de gobierno.
De igual forma, Batlle sostuvo que mientras la deuda de Grecia en relación a su Producto Interno (PIB) es de 144%, aquella de la Isla supondría un 60% de su PIB.
Aparte de subrayar la mejora en la clasificación crediticia por parte de Moody's y Standard & Poor's, el titular del BGF hizo énfasis en la marcada diferencia entre la recepción del papel de la Isla versus aquel en Europa.
Explicó que hasta el jueves pasado, las obligaciones generales (GO) de la Isla a 10 y 30 años exhibían un margen de 1.75% y 1.65%, respectivamente.
Mientras, los bonos griegos a 10 y 30 años se comercian, respectivamente, con un margen de un 24.07% y 15.31% por encima de los bonos alemanes. En el caso de los bonos italianos, el diferencial de esa deuda se ubica en 5.36% y 4.76% a la deuda alemana, considerada el marco de referencia en Europa.
Entrampados
Más allá de similitudes o divergencias con Grecia, los números vinculados a la deuda pública de la Isla no dan mucho espacio para mirar hacia afuera.
“La situación fiscal de Puerto Rico ha mejorado, pero no está resuelta”, reconoció el líder emérito de UBS, quien reiteró en su crítica a la administración de Luis Fortuño en torno al énfasis dado a la crisis fiscal vis a vis al desarrollo económico.
Según Ferrer, Puerto Rico no ha logrado superar su principal problema presupuestario: subsanar sus déficit estructurales. Y ello, continuará siendo difícil en el futuro cercano.
“No creo que la recesión va a acabar ya. Nos quedan dos o tres años más, aunque estamos hablando de condiciones mucho más favorables que en los pasados años”, reiteró Ferrer.
Esa incapacidad en articular presupuestos balanceados ha sido la razón principal para que la administración Fortuño haya emitido sobre $12,000 millones en unos 34 meses de gestión. Con tales emisiones, incluyendo sobre $1,600 millones en préstamos a agencias, corporaciones públicas y municipios por parte del BGF, la deuda pública de la Isla se ubicó en el pico de $65,506 millones.
Cuando se analiza ese número en función del PIB, el BGF estima que la relación de la deuda pública se ubicaría en un 62.6%.
Pero al analizar cuánto dinero el Gobierno ha tomado prestado a lo largo de 37 años, en función de lo que producen los residentes de Puerto Rico, Batlle reconoció que esa relación se dispara a 92.5%. Eso significa que los puertorriqueños deben a los bonistas unos 92 a 93 centavos de cada dólar que producen.
Según Vega Ramos, en la astronómica cifra no están incluidos una línea de crédito sin tope para financiar el programa Mi Salud -que se pagaría con los ingresos estimados de la reforma de salud federal- ni los $1,500 millones de bonos de Cofina programados para este mes.
“Ahí, tampoco está incluida la línea de crédito de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y que fue aprobada para reducir el costo de luz. Lo interesente es que esa línea (de crédito) se va a pagar del presupuesto de la AEE para los próximos diez años, dice la medida”, fustigó Vega Ramos al señalar que continúa la práctica de cubrir gastos operacionales financiando deuda.
Zona peligrosa
“Da lo mismo que sea 90%, 95% o 100% de relación en la deuda/PNB”, dijo Marxuach al agregar que aun cuando la métrica más común solo examina la deuda equivalente al Gobierno central, hay una “garantía implícita y moral” de que, en caso de problemas, el Gobierno y el BGF entraría a subsanar cualquier escenario de impago.
Incluso, Marxuach indicó que si se incluyera en el análisis la deuda moral del Gobierno con los planes de retiro, esa relación podría llegar hasta 136%.
“Una vez se pasa la línea de 90% en la relación deuda/PNB, entras en una situación peligrosa porque eso comienza a tener un impacto distinto en la economía del país”, explicó Marxuach haciendo referencia a un trabajo investigativo del Negociado de Investigación Económica de los Estados Unidos (NBER).
Según el trabajo de Carmen M. Reinhart y Kenneth S. Rogoff, publicado en enero del 2010, aquellos países cuya relación de deuda/PIB (lo que sería para la Isla el PNB) excede 90%, suelen experimentar caídas en el crecimiento de su economía en el orden de 1%.
De acuerdo a los académicos de las universidades de Maryland y Harvard, que examinaron la tendencia de deuda de unos 40 países, incluyendo economías avanzadas o en desarrollo, a mayor deuda, mayores retos para tales economías.
“En la medida en que los niveles de deuda se acercan a límites históricos, la prima de riesgo comienza a aumentar marcadamente, haciendo que los gobiernos altamente endeudados tengan que hacer difíciles sacrificios”, concluyeron los estudiosos.
Esa realidad, dijeron los estudiosos, será difícil aún para países comprometidos con pagar su deuda porque se verán “forzados” a continuar aplicando políticas de ajuste fiscal “dramáticas” a fin de mantener la credibilidad de sus bonistas.
Batlle indicó que la Junta de Planificación mantendría una proyección de 0.7% para la economía de la Isla en el año fiscal en curso. Pero estimados de Estudios Técnicos, Advantage Business Consulting y Benítez & Associates indican que la Isla tendrá otro año de contracción, aún sin contar los efectos de una recesión global por la crisis en Europa.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Consumada la emisión de bonos

El Banco Gubernamental de Fomento (BGF) completó esta semana la primera parte de lo que será la última emisión de bonos de la Corporación del Fondo de Interés Apremiante (Cofina) en largo tiempo.
Juan Carlos Batlle, presidente del BGF, indicó ayer que el Gobierno vendió a inversionistas locales y estadounidenses unos $447 millones en bonos, cuyos rendimientos a largo plazo, unos 32 años, suponen un pago de intereses a razón de 5.1%.
Unos $51 millones de este total se vendieron a inversionistas locales, mientras que la diferencia se vendió en el mercado municipal estadounidense.
“El plan era estar dos días en el mercado, pero tuvimos que cerrar antes porque recibimos más órdenes de lo que se iba a vender”, explicó Batlle.
“El mercado sigue apoyando nuestro crédito”, subrayó el funcionario.
Acto seguido, Batlle le salió el paso a la oposición política e incluso a un predecesor suyo en el BGF, al señalar que el Gobierno no enfrentaría una situación delicada en términos fiscales, de no ser “por el manejo irresponsable de la deuda” entre los años 2000 al 2008.
“Él fue el arquitecto de esta bola de nieve”, dijo Batlle en referencia a la deuda pública de la Isla, al tiempo que criticaba al expresidente del BGF Juan Agosto Alicea.
“Me parece vergonzoso que él, que fue parte de este entuerto, ahora quiera dar soluciones”, agregó.
Agosto Alicea anunció esta semana la publicación de su libro, “Crisis: al borde de la quiebra”. En este, el contador público autorizado sentencia que las finanzas públicas se encuentran en una situación crítica y que Puerto Rico podría enfrentar la bancarrota tan temprano como en el 2013.
En tanto, el representante popular Luis Vega Ramos acusó a la administración del gobernador Luis Fortuño de haber llevado a la Isla a su máximo de endeudamiento en relación al Producto Nacional Bruto (PNB).
“Teníamos un hueco profundo y oscuro y lo atendimos, huecos que ahora hay muchas jurisdicciones que están trabajando”, continuó diciendo el banquero.
Explicó que para el 2001, mientras el Producto Nacional Bruto crecía, nominalmente, 6.3%, la deuda aumentó 12.3%. Algo similar sucedió en el 2004 y en el 2008. Entonces, el PNB registró un alza de 6.8% y 3.6%, pero la deuda aumentó 15.1% y 15.6%, respectivamente.
Deuda para pagar deuda
Según Batlle, en vez de que la Isla utilice el dinero que toma prestado a sus bonistas para crear actividad económica, ha tenido que emitir deuda para cubrir déficit acumulados y pagar deudas existentes.
Tales pagos, incluyendo préstamos al BGF, según Batlle, fueron $3,935 millones, mientras que otros $3,827 millones nutrieron el Fondo de Estabilización con los que ha operado el Gobierno durante los pasados dos años fiscales y el que transcurre.
Batlle reconoció que una parte de la serie 2011A de Cofina -vendida esta semana- irá a cubrir el déficit de $610 millones en el presupuesto actual.
La segunda parte de esa emisión, de unos $1,100 millones y que se venderá en o cerca del 28 de noviembre, irá a pagar unos $962 millones en bonos emitidos hace siete años y cuyos tenedores exigieron a la Isla saldarlos no más tarde de febrero de 2012.
Emisiones a futuro
A preguntas de la prensa en torno a emisiones futuras de Cofina, Batlle dijo que no era “correcto” concluir que esa corporación -cuyos bonos están garantizados con el IVU- no podría emitir más bonos debido a que había llegado al margen de su capacidad prestataria.
Explicó que el margen de Cofina se determina en función de los recaudos pasados del Impuesto a la Venta y Uso (IVU) y que, por ende, a medida que esos recaudos aumentan, la capacidad prestataria también aumenta.
No obstante, al igual que reseñó El Nuevo Día anteriormente, Batlle reconoció que de emitirse bonos Cofina, estos tendrían que ser en un larguísimo plazo, lo que no es recomendable. Bajo Cofina se han emitido bonos, cuya duración ronda unos 40 años.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Vulnerable Wall Street ante incertidumbre

Problemas en dos frentes de la crisis de deuda de Europa provocaron el miércoles una caída de 389 puntos en el promedio industrial Dow Jones.
El S&P 500 perdió un 3,7%, su mayor descenso diario desde agosto, después de que se disparó el costo del crédito para Italia y fracasaron las conversaciones para formar un nuevo gobierno en Grecia.
El euro cayó un 2% frente al dólar y el rendimiento de los bonos del Tesoro se hundió debido a que el dinero comenzó a salir de Europa y los operadores compraron bonos del gobierno de Estados Unidos.
Goldman Sachs, Morgan Stanley y otros grandes bancos se vieron muy afectados por la inquietud sobre su capacidad para manejar la crisis financiera que los problemas en Europa podrían causar.
Sólo una acción en el S&P 500 subió: Best Buy Co. Inc., un 1,4%.
El rendimiento del bono de referencia del gobierno italiano se disparó por encima del 7%, evidencia de que los inversionistas están perdiendo la fe en la capacidad del país para pagar su deuda. Grecia, Portugal e Irlanda tuvieron que recibir créditos de emergencia cuando su tasa alcanzó ese nivel. Pero a diferencia de los demás países, la deuda de Italia, de unos 2,6 billones de dólares, es demasiado grande como para que otros países le ayuden.
En Grecia, las negociaciones entre los dos principales partidos políticos para formar un gobierno de coalición fracasaron. Ello generó dudas acerca de si el país podrá recibir el siguiente desembolso del préstamo de emergencia que necesita para seguir pagando su servicio de deuda.
El primer ministro italiano Silvio Berlusconi prometió la tarde del martes que renunciará una vez que sea aprobado el nuevo presupuesto, pero cunde la creencia de que la transición a otro gobierno será difícil. Los mercados consideran a Berlusconi un impedimento para la aplicación de las difíciles reformas económicas que Italia requiere para permanecer solvente.
"El mercado desea una solución rápida, pero obviamente no habrá tal cosa", opinó Mark Lehmann, director de transacciones bursátiles en JMP Securities. "El mercado se recuperó un poco, pero toda mala noticia suscitará una reacción negativa".
El Dow se hundió 3,2% para cerrar a 11.780,94; la mayor caída desde el 22 de septiembre.
El Dow cayó 276 puntos el lunes 31 de octubre y 297 puntos al día siguiente, luego que el primer ministro griego anunciara que sometería a consulta popular el impopular paquete de medidas de austeridad, lo que llevó a temores de que las medidas no serían aplicadas y que Grecia se declararía en cesación de pagos. El referéndum fue luego descartado y el Dow recuperó casi todo ese terreno perdido en los siguientes cinco días.
The S&P 500 perdió 46,82 unidades (3,7 para cerrar en 1.229,10.
El tecnológico Nasdaq retrocedió 105,84 unidades (3,9 para quedar en 2.621,65. El S&P 500 y el Nasdaq están por debajo del nivel en que comenzaron el año. El Dow todavía está 1,8% arriba.
El declive fue bastante amplio. Las empresas financieras y los productores de materiales tuvieron la mayor caída. Morgan Stanley retrocedió un 8% y Goldman Sachs perdió un 7%.
En informes trimestrales esta semana, Morgan Stanley informó que tenía 1.790 millones de dólares en préstamos pendientes en Italia. Goldman Sachs Group Inc. dijo que tenía 2.400 millones en préstamos y otros pasivos a Grecia, Italia y otros países europeos altamente endeudados. Goldman tiene un total de 28.000 millones en préstamos pendientes en toda Europa.
Los mercados temen que si Grecia o Italia se declaran incapaces de pagar sus deudas, los bancos europeos sufrirían cuantiosas pérdidas y quedaría paralizada la corriente de crédito internacional. Ello podría llevar a un cataclismo financiero como el ocurrido en el 2008 cuando colapsó Lehman Brothers.
Los mercados europeos también bajaron profundamente. El índice de referencia de Italia cayó 3,8%, mientras el DAX alemán y el CAC-40 francés perdieron 2,2% cada uno.
Una de las principales causas de preocupación fue un notable aumento en los costos de endeudamiento de Italia. El rendimiento del bono a 10 años de la deuda pública italiana subió hasta 7,40% el miércoles, un aumento de 0,82 puntos porcentuales con respecto al día anterior. Se estableció en 7,25% al final del día, un nivel que los economistas todavía consideran insostenible.
Los precios de los activos vistos como refugios aumentó considerablemente. El dólar subió 2% frente al euro. El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años cayó de 2,08% a 1,96%.
Nueve emisoras cayeron por cada una que subió en la Bolsa de Valores de Nueva York. El volumen de transacciones fue alto, con 4.600 millones de títulos.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Se amplía la brecha entre nivel económico entre jóvenes y ancianos

La brecha entre el nivel económico de jóvenes y ancianos estadounidenses es la más amplía de las que se tenga registro, agravada por una desaceleración económica prolongada que ha aniquilado oportunidades de trabajo para adultos jóvenes y los ha sobrecargado con deuda de vivienda y universidad.
El típico hogar estadounidense encabezado por una persona de 65 años o mayor tiene una riqueza neta 47 veces mayor que la del grupo familiar encabezado por alguien menor de 35 años, según un análisis de datos del censo publicado el lunes.
Aunque la gente normalmente acumula activos conforme envejece, esta desigualdad en la riqueza es ahora de más del doble de la existente en el 2005 y casi cinco veces la disparidad de 10 a 1 que había hace un cuarto de siglo, luego de un ajuste por inflación.
El análisis refleja el impacto de la desaceleración económica, la cual ha golpeado particularmente fuerte a los adultos jóvenes. Más de ellos cursan estudios universitarios, endeudándose mientras esperan que el mercado laboral se recupere. Otros están batallando para pagar costos de hipoteca sobre casas que ahora valen menos de cuando fueron adquiridas durante el auge del mercado de vivienda.
El reporte, el cual se publica antes de la fecha límite del 23 de noviembre para que un comité especial del Congreso proponga recortes presupuestales por 1,2 billones de dólares en un período de 10 años, pone en el centro de atención la red de seguridad del gobierno que ha mantenido a flote a los ancianos estadounidenses con los sistemas de Seguridad Social y Medicare entre recortes más amplios a educación y otros programas, incluida la ayuda en efectivo a familias pobres.
“Nos hace preguntarnos si esa cantidad extraordinaria de recursos que gastamos en jubilados y su atención médica debería ser reasignada al menos parcialmente a quienes están siendo perjudicados más que ellos”, dijo Harry Holzer, un profesor de economía laboral y política pública de la Universidad Georgetown, quien calificó la magnitud de la desigualdad como “impactante”.
La riqueza medio neto de un grupo familiar encabezado por alguien de 65 años o mayor fue de 170.494 dólares. Eso es 42% más que en 1984, cuando la Oficina del Censo comenzó a medir la riqueza dividida por edades. El patrimonio medio neto para un hogar encabezado por un adulto joven fue de 3.662 dólares, 68% menos que hace un cuarto de siglo, según el análisis del Centro Pew de Investigación.
El patrimonio neto incluye el valor de la vivienda de una persona, sus posesiones y ahorros acumulados durante los años, incluidas acciones, cuentas bancarias, bienes inmuebles, autos, barcos y otras propiedades, menos cualquier deuda, como hipoteca, préstamos para estudios universitarios y facturas de tarjetas de crédito.
Los estadounidenses ancianos tienen en general un mayor patrimonio neto porque es más probable que hayan liquidado su hipoteca y acumulado con el tiempo más ahorro por salarios, acciones y otras inversiones. La media es el punto medio, y por lo tanto se refiere a un grupo familiar típico.
Los demógrafos creen que la brecha de 47 a 1 en el patrimonio entre ancianos y jóvenes es históricamente la más alta, incluso antes de que el gobierno consignara tales registros.
En total, 37% de los grupos familiares encabezados por gente joven tienen un patrimonio neto de cero o menos, casi duplicando el porcentaje de 1984. Pero entre hogares encabezados por una persona de 65 años o más, el porcentaje en esa categoría se ha mantenido mayormente sin cambio en 8%.
Para los adultos jóvenes, su principal activo es su casa. Su patrimonio cayó 31% respecto a 1984 como resultado de un incremento en la deuda y una caída en el valor de sus casas. En contraste, los estadounidenses de 65 años o más tienden a haber comprado sus casas antes de la burbuja inmobiliaria y por ello su patrimonio aumentó a pesar de la crisis.
Los estadounidenses viejos conservan sus empleos más tiempo, mientras que los adultos jóvenes enfrentan la tasa de desempleo más alta desde la Segunda Guerra Mundia. Como resultado, el ingreso promedio de los hogares de ancianos ha crecido desde 1967 a una tasa que es cuatro veces la de los hogares cuya cabeza pertenece al grupo de menores de 35 años.
Paul Taylor, director de Pew Social & Demographic Trends y coautor del análisis, dijo que el reporte muestra que los adultos jóvenes de hoy comienzan su vida en una posición económica adversa.
“Si este patrón continúa, pondrá en entredicho uno de los preceptos fundamentales del Sueño Americano: la idea de que a cada generación le va mejor que a la anterior”, dijo.