El Banco Gubernamental de Fomento (BGF) completó esta semana la primera parte de lo que será la última emisión de bonos de la Corporación del Fondo de Interés Apremiante (Cofina) en largo tiempo.
Juan Carlos Batlle, presidente del BGF, indicó ayer que el Gobierno vendió a inversionistas locales y estadounidenses unos $447 millones en bonos, cuyos rendimientos a largo plazo, unos 32 años, suponen un pago de intereses a razón de 5.1%.
Unos $51 millones de este total se vendieron a inversionistas locales, mientras que la diferencia se vendió en el mercado municipal estadounidense.
“El plan era estar dos días en el mercado, pero tuvimos que cerrar antes porque recibimos más órdenes de lo que se iba a vender”, explicó Batlle.
“El mercado sigue apoyando nuestro crédito”, subrayó el funcionario.
Acto seguido, Batlle le salió el paso a la oposición política e incluso a un predecesor suyo en el BGF, al señalar que el Gobierno no enfrentaría una situación delicada en términos fiscales, de no ser “por el manejo irresponsable de la deuda” entre los años 2000 al 2008.
“Él fue el arquitecto de esta bola de nieve”, dijo Batlle en referencia a la deuda pública de la Isla, al tiempo que criticaba al expresidente del BGF Juan Agosto Alicea.
“Me parece vergonzoso que él, que fue parte de este entuerto, ahora quiera dar soluciones”, agregó.
Agosto Alicea anunció esta semana la publicación de su libro, “Crisis: al borde de la quiebra”. En este, el contador público autorizado sentencia que las finanzas públicas se encuentran en una situación crítica y que Puerto Rico podría enfrentar la bancarrota tan temprano como en el 2013.
En tanto, el representante popular Luis Vega Ramos acusó a la administración del gobernador Luis Fortuño de haber llevado a la Isla a su máximo de endeudamiento en relación al Producto Nacional Bruto (PNB).
“Teníamos un hueco profundo y oscuro y lo atendimos, huecos que ahora hay muchas jurisdicciones que están trabajando”, continuó diciendo el banquero.
Explicó que para el 2001, mientras el Producto Nacional Bruto crecía, nominalmente, 6.3%, la deuda aumentó 12.3%. Algo similar sucedió en el 2004 y en el 2008. Entonces, el PNB registró un alza de 6.8% y 3.6%, pero la deuda aumentó 15.1% y 15.6%, respectivamente.
Deuda para pagar deuda
Según Batlle, en vez de que la Isla utilice el dinero que toma prestado a sus bonistas para crear actividad económica, ha tenido que emitir deuda para cubrir déficit acumulados y pagar deudas existentes.
Tales pagos, incluyendo préstamos al BGF, según Batlle, fueron $3,935 millones, mientras que otros $3,827 millones nutrieron el Fondo de Estabilización con los que ha operado el Gobierno durante los pasados dos años fiscales y el que transcurre.
Batlle reconoció que una parte de la serie 2011A de Cofina -vendida esta semana- irá a cubrir el déficit de $610 millones en el presupuesto actual.
La segunda parte de esa emisión, de unos $1,100 millones y que se venderá en o cerca del 28 de noviembre, irá a pagar unos $962 millones en bonos emitidos hace siete años y cuyos tenedores exigieron a la Isla saldarlos no más tarde de febrero de 2012.
Emisiones a futuro
A preguntas de la prensa en torno a emisiones futuras de Cofina, Batlle dijo que no era “correcto” concluir que esa corporación -cuyos bonos están garantizados con el IVU- no podría emitir más bonos debido a que había llegado al margen de su capacidad prestataria.
Explicó que el margen de Cofina se determina en función de los recaudos pasados del Impuesto a la Venta y Uso (IVU) y que, por ende, a medida que esos recaudos aumentan, la capacidad prestataria también aumenta.
No obstante, al igual que reseñó El Nuevo Día anteriormente, Batlle reconoció que de emitirse bonos Cofina, estos tendrían que ser en un larguísimo plazo, lo que no es recomendable. Bajo Cofina se han emitido bonos, cuya duración ronda unos 40 años.
Juan Carlos Batlle, presidente del BGF, indicó ayer que el Gobierno vendió a inversionistas locales y estadounidenses unos $447 millones en bonos, cuyos rendimientos a largo plazo, unos 32 años, suponen un pago de intereses a razón de 5.1%.
Unos $51 millones de este total se vendieron a inversionistas locales, mientras que la diferencia se vendió en el mercado municipal estadounidense.
“El plan era estar dos días en el mercado, pero tuvimos que cerrar antes porque recibimos más órdenes de lo que se iba a vender”, explicó Batlle.
“El mercado sigue apoyando nuestro crédito”, subrayó el funcionario.
Acto seguido, Batlle le salió el paso a la oposición política e incluso a un predecesor suyo en el BGF, al señalar que el Gobierno no enfrentaría una situación delicada en términos fiscales, de no ser “por el manejo irresponsable de la deuda” entre los años 2000 al 2008.
“Él fue el arquitecto de esta bola de nieve”, dijo Batlle en referencia a la deuda pública de la Isla, al tiempo que criticaba al expresidente del BGF Juan Agosto Alicea.
“Me parece vergonzoso que él, que fue parte de este entuerto, ahora quiera dar soluciones”, agregó.
Agosto Alicea anunció esta semana la publicación de su libro, “Crisis: al borde de la quiebra”. En este, el contador público autorizado sentencia que las finanzas públicas se encuentran en una situación crítica y que Puerto Rico podría enfrentar la bancarrota tan temprano como en el 2013.
En tanto, el representante popular Luis Vega Ramos acusó a la administración del gobernador Luis Fortuño de haber llevado a la Isla a su máximo de endeudamiento en relación al Producto Nacional Bruto (PNB).
“Teníamos un hueco profundo y oscuro y lo atendimos, huecos que ahora hay muchas jurisdicciones que están trabajando”, continuó diciendo el banquero.
Explicó que para el 2001, mientras el Producto Nacional Bruto crecía, nominalmente, 6.3%, la deuda aumentó 12.3%. Algo similar sucedió en el 2004 y en el 2008. Entonces, el PNB registró un alza de 6.8% y 3.6%, pero la deuda aumentó 15.1% y 15.6%, respectivamente.
Deuda para pagar deuda
Según Batlle, en vez de que la Isla utilice el dinero que toma prestado a sus bonistas para crear actividad económica, ha tenido que emitir deuda para cubrir déficit acumulados y pagar deudas existentes.
Tales pagos, incluyendo préstamos al BGF, según Batlle, fueron $3,935 millones, mientras que otros $3,827 millones nutrieron el Fondo de Estabilización con los que ha operado el Gobierno durante los pasados dos años fiscales y el que transcurre.
Batlle reconoció que una parte de la serie 2011A de Cofina -vendida esta semana- irá a cubrir el déficit de $610 millones en el presupuesto actual.
La segunda parte de esa emisión, de unos $1,100 millones y que se venderá en o cerca del 28 de noviembre, irá a pagar unos $962 millones en bonos emitidos hace siete años y cuyos tenedores exigieron a la Isla saldarlos no más tarde de febrero de 2012.
Emisiones a futuro
A preguntas de la prensa en torno a emisiones futuras de Cofina, Batlle dijo que no era “correcto” concluir que esa corporación -cuyos bonos están garantizados con el IVU- no podría emitir más bonos debido a que había llegado al margen de su capacidad prestataria.
Explicó que el margen de Cofina se determina en función de los recaudos pasados del Impuesto a la Venta y Uso (IVU) y que, por ende, a medida que esos recaudos aumentan, la capacidad prestataria también aumenta.
No obstante, al igual que reseñó El Nuevo Día anteriormente, Batlle reconoció que de emitirse bonos Cofina, estos tendrían que ser en un larguísimo plazo, lo que no es recomendable. Bajo Cofina se han emitido bonos, cuya duración ronda unos 40 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario