Una de las preguntas más frecuentes que me hacen los clientes es si deben saldar su casa una vez se retiren. La respuesta a esta pregunta, como ya ustedes se deben imaginar, es DEPENDE. Ciertamente, el tener su residencia salda, ya sea una vez se retiren o antes, es un alivio grande a su flujo de efectivo mensual. Ahora bien, al momento de tomar la decisión de saldar su hipoteca, antes de su fecha de vencimiento hay ciertos factores a considerar.
Uno de los factores a considerar, es el impacto en mi planilla. En términos contributivos, el pago de su préstamo hipotecario provee la ventaja de poder deducir anualmente la parte del pago que corresponde a intereses (que usualmente es mayor durante los primeros años del préstamo). O sea, que es dinero por el cual no estoy pagando contribuciones. Esto suena aún más atractivo para las personas que tributan a la tasa máxima. La ventaja contributiva dependerá de la tasa de interés de su hipoteca, y de su tasa contributiva. Es importante consultar su asesor financiero para determinar qué le beneficiaría desde el punto de vista contributivo.
Otro de los factores que hay que considerar, es la cantidad de activos líquidos que tiene y los ingresos que estará recibiendo. Por activos líquidos me refiero a cuentas de banco, CD’s, planes de retiro y cuentas de inversiones, cuentas de retiro individual (IRA), entre otros. Por ejemplo, un matrimonio que se retira dentro de una año el balance de su hipoteca es $50,000 y estarán recibiendo dos pensiones privadas que exceden las exclusiones anuales (o sea, que dicho exceso se incluirá como ingreso en la planilla) y sus únicos ahorros lo son una cuenta de banco con un balance de $50,000. Probablemente, por el momento, este matrimonio no debería saldar el balance de la hipoteca, ya que se quedarían sin activos líquidos en caso de cualquier emergencia o necesidad. Si sus activos líquidos totalizaran $200,000 en vez de $50,000, entonces puede ser que les convenga saldar, pero esto dependerá la combinación de TODOS los factores.
El factor psicológico y emocional es probablemente el más importante durante todo este proceso. Con el ejemplo anterior, supongamos, solamente en términos contributivos, que no les conviene saldar. Aún así, si los clientes le dan mayor peso a su paz mental y emocional, probablemente deberían tomar la decisión de saldar. Lo importante es que se le provean todas las opciones posibles para así poder analizar cada una de ellas. Al final del día, lo importante es que podamos dormir tranquilos.
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