Un clima de inseguridad y frustración mantiene a los puertorriqueños con los pelos de punta.

El terrible sismo y tsunami que provocaron una crisis nuclear en Japón creó dudas sobre la seguridad del anunciado gasoducto. El descontento con la administración del gobernador Luis Fortuño sumado al prematuro inicio de la campaña política mantiene en ascuas a un pueblo impactado por la criminalidad, la situación económica, la violencia en la UPR y que expresó su deseo de cambiar a los líderes del País.

Antes de que las noticias sobre terremotos y posibles tsunamis se convirtieran en nuevas causas de desvelo, el pesimismo dominaba la mente del pueblo. Como respuesta a la pregunta general sobre “cómo andan las cosas” en la Isla en estos días, una abrumadora mayoría, el 87% de los encuestados, dijo que las cosas están malas o muy malas. Sólo un 11% consideró que la situación es buena. Para más, las ofertas de los políticos ofrecen  poco o ninguna esperanza a los desanimados puertorriqueños.
Entre los afiliados al PNP que contestaron la encuesta, el 81% opinó que la Isla va por mal camino y una cantidad mayor de seguidores del PPD (92%) opinó igual. Mientras, el 95% de los electores independentistas y el 88% de los no afiliados coinciden en que las cosas en la Isla están… malas. 
Al dejar a un lado los problemas actuales y pensar en el futuro, la mayoría de los electores en casi todos los grupos demográficos no vislumbra que el clima económico de Puerto Rico mejore mucho en el próximo año. Más bien, prevén que será peor.
En general, el 60% de los puertorriqueños espera que en los próximos 12 meses la situación económica de la Isla sea peor que hoy. Solo un 25% cree que las cosas mejorarán y el 15% no opinó sobre el tema.
El ánimo de los que viven en el área metropolitana de San Juan es un poco más alentador... pero solo un poco.
El 31% de los que residen en la capital o cerca espera tiempos mejores el año que viene, pero el 59% anticipa que la situación empeorará.
En el resto de la Isla: el 61% no espera mejoría y solo un 24% se expresó positivo.
Y hoy en día, la mitad (el 48%) de la población siente que su situación financiera personal es “peor” comparada con el año pasado, mientras que 2 de cada 5 (el 43%) sienten que es comparable y apenas el 8% lo ve “mejor”. La percepción de tener una situación financiera “igual que hace un año” muy bien puede indicar una nueva norma: “igual de mala” que antes.