Recientemente el Wall Street Journal publicó que la segunda librería más grande de Estados Unidos, se va a acoger a la quiebra. Me impactó mucho esa noticia, pero algo que veía venir. En las pasadas navidades, en los Estados Unidos se vendieron ocho millones de libros electrónicos, lo que evidencia el auge de estos artefactos como sustitutos del libro impreso.
Detrás de estos cambios en los patrones de los consumidores está el avance de la Internet como el nuevo espacio digital que está cambiando las estructuras sociales y económicas como las conocíamos. La Internet está creando profundos cambios en el mundo que todavía nadie puede predecir a donde finalmente llevará a la humanidad.
Como fiel creyente de la innovación tecnológica, y de hecho como usuario de la Internet, no tengo ningún problema en reconocer la importancia de este invento y la utilidad que ha tenido para la democratización y globalización de la información. Sin embargo, me causa cierta preocupación la velocidad con la cuál se están produciendo estos cambios tecnológicos y los efectos económicos y sociales de los mismos. A los economistas, nos interesa analizar los impactos económicos en función del beneficio neto y le damos mucha importancia a las externalidades de los procesos económicos.
Desde esta perspectiva, cuál es el beneficio neto para la economía y para la sociedad en general, de que la Internet está provocando la desaparición de industrias completas, como la de discos, los libros, y los periódicos impresos. Más preocupante aún, la Internet ha creado nuevos mundos a través de las llamadas redes sociales, comunidades virtuales, donde se crean amigos cibernéticos que solo intercambian mensajes a través de Facebook.
Ya hay una generación que le conoce como la generación punto.com, que vive literalmente dentro de las redes sociales habilitadas por el ciberespacio. ¿Cuál es el destino final de todos estos cambios tecnológicos? ¿Qué haremos en Puerto Rico con el 60% que aún no tiene acceso al Internet?
Soy partidario de que la tecnología, debe ser una herramienta para mejorar los procesos productivos y para mejorar nuestra calidad de vida. El reto que tenemos por delante es como convertir la Internet en una verdadera plataforma de educación, de progreso social y de desarrollo económico para el bien de la humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario